María Desatadora de Nudos, tú que desatas los nudos más complejos de la vida, extiende tu mano amorosa sobre mí.

Madre del Amor, Madre que nunca abandona a sus hijos, Madre cuyas manos trabajan sin cesar por ellos, vuelve a mí tu mirada compasiva.

Tú que conoces mis lágrimas y mi dolor, pongo en tus manos la cinta de mi vida, pues no hay nudo que no pueda ser desatado por tu intercesión. Ruega por mí ante tu Hijo Jesucristo, mi Señor y Salvador.

Intercede por mí, por mi familia, mis seres queridos y recibe hoy este nudo (se pone la intención).

María que desatas los nudos, sé siempre mi refugio. Amén.

(Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre...)